FUENTE : Diario La República
El cantante español Joan Manuel Serrat está en Lima y mañana ofrecerá el concierto ‘Hijo de la luz y de la sombra’, en el centro de Exposición del Jockey Plaza.
Pedro Escribano.
Se trata de un homenaje al poeta Miguel Hernández, que luchó contra la dictadura de Franco, y también un canto a la vida, pues Serrat, duro hueso de roer, superó dos procesos de cáncer. “Por eso quiero enviar un mensaje de esperanza y sobre todo de apoyo, y a los responsables sanitarios pedirles que apoyen a los enfermos. Yo superé el mal”.
Lírico y también épico
–¿Prefiere ser un cantor lírico o épico?, ¿qué le gusta más?
–Yo creo que la lírica y la épica no son desligables. Ambas cosas son importantes y necesarias. Mi interés no está en buscar la lírica o la épica, sino en contar lo que veo, lo que escucho, lo que siento. Y esto a veces necesita más de la lírica y a veces necesita más de la épica.
–¿Hijo de la luz... viene por lo que ocurrió en España con la ley de la memoria y los franquistas?
–No puede confundirse una cosa con el todo. La necesidad de una Ley de la memoria histórica es evidente, pero este disco nace cuando esta ley todavía no existe, aunque esa ley es absolutamente clara y rescatable.
–¿La guerra marcó una fuerte revancha que aflora en algunas canciones?
–Yo creo que vivir en una sociedad en la que siempre ha pesado la guerra, porque siempre ha pesado la memoria de los vencedores, la memoria oficial. Entonces yo me he educado en este ámbito, en la memoria de los vencedores, tanto que ha estado presente a todo lo largo de mi vida.
–Usted decía que “por no hurgar en el pasado no acabamos de limpiar la casa”.
–Este es el argumento que da la derecha. La derecha quiere olvidarse de todo, pero no solo en España, en Argentina, esto pasa en muchos sitios. Lo que hay que hacer es realmente aclarar qué ocurrió para poder empezar a vivir con el panorama despejado, para sacar las sombras de encima.
–¿A usted le gusta que otros canten sus canciones?
–Sí, especialmente los fontaneros, los albañiles. Yo escribo canciones para que las cante la gente. Eso forma parte de la diversión, de la distracción, de la noche y del alcohol.
–¿Cómo concibe sus canciones? ¿O son poemas?
–Yo escribo canciones. Lo que pasa es que la poesía está donde debe estar, cercana de todo, es lo que ve. La poesía no necesita palabras, las canciones sí.
–¿Y cómo hacer canciones para el amor y para las causas sociales?
–¿Y cómo lo voy a separar? Los que pelean, los niños, las personas que han dedicado sus vidas a causas ajenas lo han hecho por amor. El amor no son necesariamente los poemas cursis, las tonterías que a veces oye uno en determinadas piezas musicales. El amor es algo profundamente humano, serio y no se puede contar de manera banal o de manera irreal.
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