A propósito del Festival Eñe , Paula Corroto les preguntó a los escritores peruanos participantes por cuál de los candidatos presidenciales se inclinaban.
FUENTE : Público.es
Esta es la pregunta que está en boca de todos en Lima desde hace una semana. "¿Vas a votar por Humala o por Keiko?". También entre los escritores peruanos que participan en el Festival Eñe. La segunda vuelta de las elecciones, que se celebrará en junio, es tema de conversación en corrillos y comidas . ¿Mejor un Ollanta Humala próximo a Hugo Chávez o una Keiko Fujimori, cuyo padre, el expresidente Alberto Fujimori, está en la cárcel por haber robado dinero público?
Hace unos días, Mario Vargas Llosa, que acudió a Lima a votar el pasado día 10 de abril, agitó el debate al reconocer que preferiría votar a Humala antes que a Fujimori. Unas declaraciones que sorprendieron a todo el mundo. ¿El Nobel respaldando a un izquierdista? "Yo creo que lo que dijo Vargas Llosa es un poco lo que pensamos los escritores. No vamos a votar a Keiko nunca porque éticamente es imposible hacerlo. Sería premiar a su padre. Pero Humala tampoco ofrece muchas garantías democráticas. Me da la sensación de que es como Groucho Marx, tiene unos principios, pero si quiere te ofrece otros. Yo, personalmente, me encuentro en una gran disyuntiva", señala Ivan Thays (Lima, 1968), autor de novelas como Un sueño fugaz.
La sensación de no saber qué hacer o de acudir al voto con la nariz tapada votar es obligatorio en Perú está muy presente en el mundo cultural limeño para el que la opción más clara era la del expresidente Alejandro Toledo, ya eliminado de la terna. Tal y como asegura el periodista y escritor Enrique Planas (Lima, 1970), "la opción de Fujimori es abyecta, ya que el régimen de su padre no fue una dictablanda, sino que fue totalmente anticultural. Si hasta él se jactaba de no leer libros. Ahora bien, no estoy seguro de lo que puede hacer Humala".
Para escritores más jóvenes como Ezio Neira (Lima, 1980) y Jeremías Gamboa (Lima, 1975) esta encrucijada política es un signo de modernidad: el duelo entre Keiko y Ollanta muestra "que estamos absolutamente polarizados y que deseamos, a la vez, democracia y autoritarismo", sostiene Gamboa, quien apuesta firmemente por una victoria de Humala. "Esa es la percepción que tengo, por lo menos en Lima", añade.
A pesar de este ambiente de tensión política, curiosamente la literatura peruana no parece interesada en plasmar épocas que podrían ser enormemente novelescas, como el periodo de Alberto Fujimori. En las librerías sí hay profusión de libros sobre la década de los ochenta, los años de plomo, con el grupo terrorista Sendero Luminoso en plena actividad. Incluso Ivan Thays, cuyas temáticas suelen adentrarse en terrenos intimistas, reflejó ese clima de violencia en Un lugar llamado Oreja de Perro, pero después no ha avanzado por ese camino. "En realidad, lo escribí en un momento de mucho dolor, pero la verdad es que la política no me interesa como materia narrativa. Me interesa reflexionar sobre la identidad personal, que es en lo que estoy trabajando para mi próxima novela", comenta.
El escaso interés por los asuntos políticos más recientes se explica, según el periodista Enrique Planas, porque "el realismo más directo ha sido dejado en manos del periodismo". La literatura avanza por otros senderos, como admiten los más jóvenes, a quienes, sin duda, les interesan otro tipo de temas, más cercanos a lo cotidiano y lo individual. "El escritor peruano no está muy politizado. En privado sí, pero no en su vida pública. Vargas Llosa quizá sea el último escritor de su tiempo", sostiene Ezio Neira. Atrás quedan las novelas de autores como Alon-so Cueto (Lima, 1954), que relató la huida de Alberto Fujimori en Grandes miradas, o Miguel Gutiérrez (Piura, 1940), que en Las confesiones de Tamara Fiol reflejó el Perú contemporáneo a través de los ojos de una izquierdista limeña.
El próximo mes de junio, Humala y Keiko volverán al ring. La cultura limeña aún no ha optado por ninguno. Los que sí lo tienen claro son los taxistas con los que ha charlado este periódico: todos con Keiko.
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