Año del centenario de José María Arguedas

Año del centenario de José María Arguedas

domingo, 26 de diciembre de 2010

Vuelvo ...





Vuelvo
al lugar en el que el reo echa las horas
mientras sueña y su coartada se desmonta.
Al hogar vacío o a su boceto roto e inconcluso.


Allí vuelvo,
al lugar en el que la culpa me abriga,
donde me espera la nevera vacía
correo a tu nombre en el buzón y esta canción.


No digas que todo era mentira
¿Qué fue entonces toda esta ceniza
que cubre los muebles, que hoy esparce el viento, y quema mis
pulmones cuando vuelvo?


No digas que todo era una farsa,
¿de dónde salieron los fantasmas
que habitan la casa, que lloran y abrazan el olor de tu sombra? Esa
que me encuentro cuando


vuelvo
al solar de la casa aquella que el lobo
que es la vida ha derribado
con un soplo


Vuelvo al futuro imperfecto.
Vuelvo Y descubro mi silueta en el suelo
cuando vuelvo al bar que cierra más tarde aquí en Madrid
a la casa que contigo construí
al mal presagio, al verano en que nevó en el salón.



No digas que todo era una farsa.
Siento tanto haber perdido el mapa
que lleva al tesoro, dulce y luminoso.
He olvidado donde lo escondimos.


No digas que todo era mentira:
los encuentros y las despedidas.
Tampoco los días, en que me decías que todo iba a ir bien.


Aún queda tanto por vivir,
tantas cosas por hacer aunque pesen los fracasos.
Cuantos veranos perdí buscando aquella canción.
Siempre estuvo en tu regazo.


Nuestro error nunca fue amar
como si el jodido mundo acabara en nuestro abrazo.


Que nadie te haga pensar
que no fuimos los mejores
cuando el sol ardía en tus labios.

Vuelvo
y te encuentro en las cumbres y en el lodo,
la verdad es que te encuentro en casi todo
siempre o casi siempre te encuentro.

Quizá por eso vuelvo.


.... Quizá por eso vuelvo.

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