Daniel Augusto Valdivia Fernández, líder de Leuzemia, la legendaria banda de rock subterráneo, sorprendió a muchos de sus seguidores al asistir al llamado “Juramento por la democracia” del candidato Ollanta Humala. El músico hace público aquí su rechazo a los autoritarismos de cualquier color político y precisa que su compromiso con los derechos humanos y la democracia tiene tantos años como su carrera musical.
Por María Isabel Gonzales
¿Qué significó tu presencia en la ceremonia denominada “Juramento por la democracia” de Ollanta Humala?
–Me invitó la gente de IDL. Sin ningún tinte partidario en especial. Fui uno de los testigos de este juramento. Primero tuve mis reparos porque no sabía si era para promocionar una candidatura. Después entendí que era un gesto en favor de la democracia y en defensa de los derechos humanos. Se documentaron en foto y video las garantías que ofrecía un candidato.
–Puede verse como apoyo a su campaña.
–No soy parte de ninguna campaña. Siempre he sumado mi voz cuando creo en una causa. Desde los años 80, en la primera época de Alan García y en los 90 contra Fujimori. No participo en eventos políticos partidarios. Salgo a defender los derechos humanos y apoyo vigilias. Durante los cierres de campaña muchos políticos nos llaman para tocar en los mítines pero jamás hemos aceptado. Con mi asistencia a un evento como este le digo no al regreso de un régimen criminal.
–Te han criticado en las redes sociales. Dicen que no eres coherente con tu discurso subte y anarquista.
–Creo en la libertad de expresión. Sería el último en censurar una opinión sobre mí. En el Facebook cuando me insultan y dicen que me contradigo lo dejo tal cual porque estamos en democracia. Tienen derecho a expresarse.
–Dices que no tienes colores partidarios, ¿entonces votarás en blanco?
–El voto en blanco o viciado es el voto de la indiferencia. Quienes lo hagan no tienen interés por los muertos, desaparecidos, detenidos injustamente o las familias que quedaron incompletas. No les importa porque a ellos no les pasó. Me sorprende que a algunos grupos de rock tampoco les interese. Prefieren a Keiko porque les asegura contratos. Yo me comprometo emocionalmente en esto. Si no tienes esa sensibilidad social estás en la calle.
–¿Estás afirmando que votarás por Ollanta Humala?
–Queda por descontado.
–Y sin embargo ese candidato tiene una visión y formación militar de la que has discrepado públicamente.
–Sigo siendo un antimilitarista y antiautoritario. Estoy confiando en la palabra de un candidato y en el equipo técnico que lo acompaña. Los he seguido en el debate programático y ellos han barrido con el equipo de Fuerza 2011. Estoy confiando en que serán un gobierno democrático. No soy clarividente para saber qué va a pasar en el futuro. Si en algún momento esa confianza se rompe y se vuelven chavistas, estaré en primera fila para protestar.
–Precisamente por esa tentación chavista, ¿no te preocupa que Humala declare respeto por Chávez, alguien que busca perpetrarse en el poder y amordazar a la prensa opositora en su país?
–Nunca apoyaría una opción que pase por encima de la opinión del pueblo. Me guío de los gestos democráticos como el que presencié en San Marcos.
–Chávez también hizo promesas sociales y dijo que no se quedaría más de un periodo.
–Si pongo en la balanza el gesto democrático y la evolución que ha tenido Gana Perú versus Keiko Fujimori, que dice que el gobierno de su papá fue el mejor con todos sus muertos, desaparecidos y sindicatos traídos abajo, me la juego de lejos.
–Dijiste que crees en la libertad de expresión. ¿Crees que la prensa ha hecho buen uso de ella en esta campaña?
–Creo que un bloque de la prensa tiene muy claro por quién va a votar, pero eso no justifica los infundios. No sé si los periodistas tengan un juramento como lo tienen los médicos que juran que van a respetar la vida. En el periodismo deberían jurar ser imparciales y respetar las versiones de todas las partes. Si hoy existiera ese compromiso, habría un montón de gente que estaría faltando a él.
–Contaste que desde los 80 tienes preocupación por la política pero el público tiene la idea de que fue recién con tu canción ‘Asesino de la ilusión’ (1995).
–Yo he participado en mil cosas. Desde eventos políticos hasta conversatorios que no tenían nada que ver con la música pero sí por un tema social. A la política entramos una mancha de agrupaciones de rock, de poesía, de folclor, de literatura. Fue en los 80, contra Alan García, cuando empezó con actitudes autoritarias completamente contrarias a la trayectoria del Apra, que había sido un partido del pueblo y por el pueblo. Era la época mas fuerte de Sendero Luminoso y el MRTA. Por lo tanto la represión también era más fuerte. Ante las olas de violencia comenzó un discurso: de respeto y defensa de los derechos de las personas. Estuve en la Marcha de los Cuatro Suyos y ahora que todavía mantenemos nuestro derecho a discernir he cantado en la Plaza Francia, en la Plaza San Martín y en las universidades para generar en la gente conciencia ciudadana.
–Muchos de los jóvenes que te siguen desconocen esa parte de la historia.
–Lo importante con los jóvenes es escucharlos. Hay una brecha entre el mundo de los adultos y los jóvenes que no se logra cerrar. Será por eso que tengo su aceptación. Nunca lanzo arengas por alguien ni les diría por quién votar. Y, aunque nunca voy a firmas de autógrafos, siempre respondo a cualquier mensaje que me dejan en Facebook. La semana pasada que viajé a Arequipa constaté que la gente necesita ser escuchada y no que pasen por encima de ella. La firma de autógrafos tenía que hacerla Mar de Copas. Pero ellos se sintieron mal y tuve que ir. Solito frente a más de 400 jóvenes que no solo querían una firma; ellos querían conversar. El contrato era por 30 minutos y me quedé cuatro horas.
–¿Seguirás siendo un ciudadano comprometido gane quien gane en la segunda vuelta?
–Siempre voy a estar vigilante. Tengo algunas dudas pero mucha esperanza por un candidato. Por Keiko no tengo ninguna esperanza y no me quedan dudas de que será un gobierno dictatorial.
–Tienes una canción llamada ‘El oso’, en la que hablas de la libertad. Alguna vez has sentido recortada tu libertad.
–La escena en la que me desenvuelvo siempre ha estado en la mira de los regímenes autoritarios. Por las banderas que enarbolamos, por el anarquismo que es una cosa salvaje para ellos. Todas las ideas que no estén en los carriles que pretenda imponer un sistema van a ser combatidas así sean en el campo político, social o cultural. Desde siempre poetas, actores y músicos han estado en la mira.
–En tus letras también has dicho que serías muy feliz en un mundo sin políticos, militares, policías, banderas o fronteras. Entonces no crees en un Estado y sus autoridades elegidas.
–Porque creo que se olvidan de lo más importante, que es escuchar a la gente. Las autoridades siempre pasan por encima de la gente. Hay un video en Youtube en el que salgo peleando con Masías, cuando él era alcalde de Miraflores. Quería talar más de 100 árboles en mi zona. Cuando me enteré, bajé con mi enamorada para pelearnos con quienes se aprestaban a cortarlos y nos quedamos con los árboles hasta que hubiera una garantía de que no los iban a cortar. Ahora cada vez que veo los árboles me siento orgulloso. Iban a ser sacados de raíz para colocar más estacionamientos. Esa batalla que se ganó fue importante para todos los vecinos de esta zona y para mí. Era una forma de saber que la voluntad del ciudadano también es importante. Lo que digo es que los funcionarios públicos se olvidan de que están al servicio de nosotros.
–Hay ritmos musicales asociados a las campañas de proselitismo político, como la cumbia o el reggaetón. ¿No te molesta si tu música es asociada a la candidatura de Gana Perú?
–Eso tiene que ver con los músicos que lo permiten, no con el ritmo o la corriente musical. No es que los políticos tomen a los grupos y ellos no se den cuenta de lo que están haciendo. Estando en cierres de campaña y en Palacio se están comprometiendo con una postura. He tratado de mantener eso lo más lejos posible de mí. Pero de verdad que esta gente que hace campañas no sabe nada de nada, son unos improvisados. Tengo una posición pública antifujimorista y hace una semana me llamaron para un mitin de Keiko Fujimori. Solo me queda reírme de cosas como esas. Como te dije, yo no asisto a eventos políticos partidarios y solo digo abiertamente a quién le doy mi confianza en este proceso democrático.
martes, 31 de mayo de 2011
Entrevista a Daniel F en "Domingo", suplemento de La República ...
Mario Vargas Llosa renunció a publicar en El Comercio ...
FUENTE : HablaSoniaLuz
Vargas LLosa , mediante una carta dirigida al director de El Comercio, ha dejado en claro que su columna "Piedra de toque" no se publicará más en este diario.Así lo informó Sonia Luz Carrillo:
......
Mario Vargas Llosa no deja de darnos motivo para el respeto y admiración. Hoy ha hecho pública su renuncia a seguir publicando en el decano de la prensa peruana, el diario El Comercio de Lima, cabeza de un conjunto poderoso de medios que incluye también los diarios Perú 21, Trome, Gestión, Revista Somos, entre otras publicaciones. Además, el grupo El Comerccio tiene la más importante participación en los canales de televisión 4 y 8.
Al explicar su negativa a permitir que “Piedra de toque”, su celebrada columna internacional que difunde el diario El País se continúe publicando en El Comerio, menciona que no puede seguir “apareciendo en esa ccaricatura de lo que debe ser un órgano de expresión genuinamente libre, pluralista y democrático”.
Sobre el accionar del grupo periodístico en el actual proceso electoral, a todas luces reprobable, dice nuestro Premio Nobel:
“ silencia y manipula la información, deforma los hechos, abre sus páginas a las mentiras y calumnias…en todo el grupo de medios se despide o intimida a periodistas independientes…”
Aquí la carta de Mario Vargas Llosa dirigida a Francisco Miró Quesada Rada, director del diario.
Mario Vargas Llosa renuncia a seguir escribiendo en El Comercio. La República. Mar, 31/05/2011 – 10:45
http://www.larepublica.pe/31-05-2011/mario-vargas-llosa-renuncia-seguir-escribiendo-en-el-comercio
Habría que mencionar la existencia de otro conglomerado de medios de comunicación,como el poderoso grupo conformado por RPP Noticias, Radio Capital 96.7, Studio 92, Oxigeno, Felicidad, Corazón y La Mega, en Radio y con presencia en televisión a través de Canal 10. Conductores y animadores de las emisoras de radio comparten sus tareas con otros canales de televisión. El panorama es un pequeño grupo de empresas y operadores generando la ‘Agenda’ informativa, las más veces, unilateral y marcadamente antidemocrática.
La construcción de realidad efectuada durante el proceso electoral peruano 2011 se ha basado en la instalación de temores diversos ante algunas opciones y beneficio desembozado a otras, afines a las empresas. Sin embargo, vastos sectores del país vienen demostrando una saludable conciencia ante la la manipulación de las informaciones.
Mario Vargas Llosa, el ciudadano, el escritor Premio Nobel, acaba de escribir una página de enorme importancia en la historia de la decencia intelectual. Una vez más compromete nuestro respeto y admiración.
lunes, 30 de mayo de 2011
Historiadores contra el retorno del fujimorismo ...
Pronunciamiento de historiadores contra el retorno del fujimorismo
Politólogos contra Keiko Fujimori ...
domingo, 29 de mayo de 2011
La biblioteca del nobel ...
Sergio Vilela ha publicado un artículo donde nos cuenta su experiencia con la impresionante biblioteca que Mario Vargas LLosa posee en Lima.
FUENTE : LaTercera
La primera vez que asomé la cabeza en la biblioteca de Vargas Llosa no pude ver nada. Al instante cerró el paso una de las dos asistentes que trabajan con el escritor en Lima.
-Por favor, te pido que salgas de aquí. A Mario no le gusta que entren a su biblioteca -dijo con cortante amabilidad.
Entonces sólo alcancé a ver un amplio salón alfombrado, con paredes forradas de libros y varias filas de anaqueles que habían sido colocados, uno seguido del otro, como piezas de dominó. No parecía una biblioteca de una casa. Era la biblioteca de un coleccionista. De un lector de varias décadas. Pero no pude ver mucho más y salí de ahí pronto. En todo caso, mi historia con su biblioteca no acabaría en ese episodio. Años después volvería para quedarme y vería las joyas de la corona.
Por entonces el autor de Conversación en la catedral no estaba en Lima. Y por eso se aceptaban las escasas visitas a su casa por parte de periodistas, estudiantes, investigadores, que querían consultar su archivo de recortes de diarios sobre su vida y obra. El archivo es una hemeroteca que ocupa una pared de unos 20 metros de largo por tres de alto, en el segundo piso del dúplex en el que vive el escritor en Lima, cuando aterriza durante los veranos. Y esa hemeroteca es la parte que está abierta al público, digamos, y en la que sus dos asistentes tienen sus oficinas. Las dos mujeres que desde hace más de una década, bajo la dirección de Patricia Vargas Llosa, hacen que el mundo real del Nobel funcione. Además, en Madrid hay otras dos asistentes. Ese ambiente alargado que es la hemeroteca está en el ala lateral de la casa. Cuando se abre el ascensor de los Vargas Llosa, uno se encuentra con una de las asistentes que lo recibe y lo hace tomar asiento en una salita de espera. Desde allí se divisa la gran terraza donde el escritor contempla el ocaso caer sobre el Océano Pacífico. Vargas Llosa tiene una vista infinita al mar que se disuelve en el horizonte y que también ve desde su escritorio mientras trabaja en una nueva novela.
Esa primera tarde que estuve en la casa de Mario Vargas Llosa pasé horas en silencio leyendo recortes amarillos que habían sido fichados, numerados y catalogados, con un cuidado propio de las más rigurosas bibliotecas. Aquel día no había nadie más consultando el archivo, por lo que las dos asistentes del novelista trabajaban muy concentradas frente a sus computadoras respondiendo la correspondencia del escritor. Le pedí a una de ellas otro archivador con más información. Se puso de pie y lo buscó con la mirada en la pared de unos 20 metros de anaqueles. Cada documento tenía su ubicación precisa y un sentido en la historia. Vargas Llosa había organizado un detallado sistema para que su biografía se vaya archivando, en orden cronológico, diferenciando, por ejemplo, sus apariciones en la prensa de América Latina y en la del resto del mundo. Era un hombre que veía con absoluta nitidez que su vida era documentada en tiempo real y había entonces que crear sistemas de almacenamiento eficientes de ese mar de información. No parecía ser sólo un asunto de vanidad, sino bibliotecología.
Meses después volví y vi salir a Vargas Llosa desde la biblioteca. En el ambiente contiguo al de sus libros se ubicaba su escritorio y había estado trabajando toda la tarde, como es habitual en él. Era una noche de diciembre, cerca de Navidad, y el novelista había aceptado una entrevista después de su horario de escritura.
Para llegar a la sala de estar en la que atiende a los periodistas, había que cruzar delante de la biblioteca, así que fue inevitable darle un vistazo un poco más largo que el de la primera vez. Vargas Llosa estaba ahí, delante de años de lecturas. Al pie de todos esos libros que los había hecho desear ser novelista. Ahí estaban desde sus primeros autores como Dickens o Dumas, hasta las novelas de sus grandes maestros, como Flaubert y Faulkner. Ahí estaban sus propias novelas en más de 40 idiomas. Ahí debían estar los libros de sus amigos como Cortázar o Neruda con dedicatorias inéditas.
Debía de haber unos 10 mil volúmenes colocados sobre estantes color caoba recién lustrada. Cientos de esos libros estaban forrados con tapas de cartón y lomos de cuero. Las letras doradas les daban a los ejemplares un aire de mayor antigüedad y elegancia. Una manada de hipopótamos salvajes vigilaba el lugar. Estaban de pie, uno al lado del otro, como en la primera línea de un regimiento. Observaban en silencio los miles de libros que habían sido colocados en los anaqueles con el cuidado de un museógrafo que trata piezas de incunables. Mario Vargas Llosa no tenía una biblioteca, sino una cava de libros. Era la bóveda de un coleccionista de mundos imaginarios.
Esa noche tuvimos una larga conversación de espaldas a su biblioteca, pero en ningún momento dijo palabra alguna sobre aquello que escribe en la útima página de los libros que él lee y guarda. Aquello lo sabría después.
Lo sabría recién el día en que pude pasar por fin una tarde entera en esa biblioteca. Desde la primera vez que intenté filtrarme en ella, hasta el momento en que el mismo escritor autorizó mi entrada, pasaron seis años. Así que esa esperada tarde pude tocar los libros de Mario Vargas Llosa, con la misma ilusión de un niño al que dejan a solas en una juguetería toda una madrugada.
Pero qué hacía ahí y cómo había dejado el novelista que un extraño se acercara tanto a sus tesoros. La Universidad Católica de Perú le preparaba un homenaje gigante. Se iba a montar una exposición sobre su vida y su obra en dos mil metros cuadrados. Serían 14 salas dedicadas a sus libros, a sus autores favoritos, a sus años como periodista, como político, como académico. Se instalarían salas de cine para proyectar las películas inspiradas en sus novelas. Se expondría parte de su colección de hipopótamos, correspondencia inédita, sus primeros manuscritos, sus libretas de apuntes y decenas de pantallas proyectarían secuencias de fotos de distintas etapas de su vida. La casona en el centro de Lima que se había escogido para esta exhibición era la recién restaurada Casa O`Higgins, en la que había muerto en el exilio el prócer chileno. Vargas Llosa llegaría de Europa a inaugurar la muestra meses después, y habría que tener todo listo para entonces. Alguien tenía que seleccionar las piezas de la biblioteca que debían exhibirse, tras las sugerencias que daba el escritor Alonso Cueto, quien encabezaba el equipo que estaría detrás del guión y el montaje del que parecía ser el museo Vargas Llosa.
Entonces, pude recorrer los anaqueles con toda calma. La biblioteca tenía un orden que había dictado su dueño desde el primer momento. Sus volúmenes favoritos estaban ubicados en los libreros más cercanos a su escritorio. En esas paredes de libros había, por ejemplo, seis ediciones distintas del Ulises de Joyce. Todos los ejemplares habían sido mandados a encuadernar a mano por un especialista que confeccionaba los lomos de cuero de diferentes colores y le colocaba las nuevas tapas duras con forros de papel plastificado. En esos libreros también se podía encontrar un ejemplar en portugués del libro O sertoës, de Euclides Da Cunha, que fue la inspiración para que escribiera su novela La guerra del fin del mundo sobre la rebelión de Canudos en el nordeste del Brasil. Los clásicos de Vargas Llosa estaban ahí todos juntos: Hugo, Tolstoi, Flaubert, Cervantes, Borges, Vallejo, Balzac. Cuando él se levantaba de su escritorio, tenía que caminar solo tres pasos para llegar a las novelas de sus maestros. Detrás de su mesa de trabajo, además de una docena de portarretratos con fotos del clan Vargas Llosa, se mantenían por ley unos 30 kilos de diccionarios y libros de consulta.
El escritorio de Vargas Llosa estaba rodeado de cajas de terciopelo oscuro. Allí se conservaban sus condecoraciones, premios, medallas, estatuillas. Y como no cabían todas en el mueble que estaba detrás de su escritorio, entonces algunas de estas cajas estaban ubicadas en torres, en los anaqueles vecinos. Eso sí, el premio Nobel que llegaría tiempo después a esa casa no se guardaría al lado de las demás cajas de terciopelo. Lo matendrían bajo llave.
Lo más impresionante de esos días en la biblioteca no tardó en aparecer. Vargas Llosa leía vorazmente desde su juventud. Se había convertido también en un lector profesional. Entonces, algunas de sus manías habían quedado marcadas en los ejemplares de su biblioteca. Podías abrir casi cualquier libro al azar y ahí estaba la obsesión de Vargas Llosa por enteder la estructura de una novela que le fascinaba: las páginas estaban marcadas con lapicero, las frases que lo sorprendían estaban subrayadas y tenía la costumbre de escribir notas en los márgenes de las páginas. Pero de todos estos tics de lector compulsivo y profesional, había uno que era el más notable. Vargas Llosa terminaba de leer una novela y escribía un breve comentario manuscrito en la última página blanca que quedaba en la edición. A veces, cuando le faltaba espacio, usaba hasta la página en blanco que forraba la tapa. En ese diminuto espacio ensayaba sus impresiones sobre lo que acababa de terminar de leer. Lo hacía para no olvidarse de lo que le había producido esa ficción, y al final les asignaba una calificación del 0 al 20 como se evalúa a los estudiantes en el Perú. Ficción de Borges: 17. Madame Bovary: 20. El Quijote: 20. Pero no sólo habían calificaciones máximas. También había escritores famosos y respetados que el profesor Vargas Llosa decidía desaprobar y en sus notas sobre esos libros se podía leer por qué.
Hace unos días volví después de tiempo a la biblioteca de Vargas Llosa. Él se había ido a España hacía unas semanas y la casa permanecía con la calma habitual cuando sólo están sus dos asistentes trabajando. El hombre que se encarga de los cuidados de la biblioteca se llama Johny Sánchez. Lleva cerca de 15 años trabajando con los Vargas Llosa y llevando el mismo protocolo de limpieza de los libros del Nobel.
Él cuenta que por las mañanas dedica varias horas a quitar el polvo que se ha acumulado en los cantos superiores de los libros. Entonces los baja con cuidado de los anaqueles, y luego de limpiar las repisas y los ejemplares los vuelve a colocar en el mismo orden en el que estaban. Empieza por la zona donde está ubicado el escritorio de Vargas Llosa, en un ambiente más pequeño y contiguo al gran salón principal de la biblioteca. Luego va avanzando hacia los favoritos. Y luego, uno por uno, la veintena de largos libreros que conforman la biblioteca. Le toma dos semanas acabar con la limpieza, y entonces dice que tiene que volver a comenzar. Desde el terremoto que hubo en el Perú en 2007, se ha dedicado a instalar unos hilos de nailon en los libreros, para evitar que los libros salgan volando con algún sismo. La noche del terremoto de Pisco, al sur de Lima, toda la biblioteca se vino abajo y fue como si alguien hubiera intentado un saqueo. Vargas Llosa no estaba en el Perú, pero sus colaboradores le enviaron unas fotografías que casi lo matan de la impresión. Todos sus tesoros habían sido arrancados de cuajo de los estantes y estaban desperdigados por todas partes. Les tomó varios días volver a poner todo en su lugar, e identificar que los daños habían sido menores. Desde entonces los hilos han sido instalados como invisibles muros de contención.
El hombre encargado del cuidado de la biblioteca me cuenta que los libros siguen aumentando. Que desde que ha ganado el Nobel, más y más escritores, novatos y consagrados, le hacen llegar sus libros en señal de reverencia. Y Vargas Llosa ha dado la instrucción de que todo libro se reciba y se catalogue. Como una biblioteca profesional, en la oficina del novelista las dos asistentes tienen la labor de crearle un código a cada volumen nuevo que llegue, de ingresarlo a la base de datos que tienen en la computadora, y de ponerles un sello adhesivo que dice Biblioteca Mario Vargas Llosa.
Luego de eso, los libros son sellados con el exlibris del autor y son recién colocados en el estante asignado. Pero como dice Sánchez, ya no hay espacio. Entonces añade que la última vez que los Vargas Llosa estuvieron en Lima, discutieron la posibilidad de ampliar la biblioteca y de mandar a hacer nuevos estantes. El escritor sugirió retirar un armario muy vistoso que funciona como bar, y en su lugar instalar más libreros. Aún no hay un plan definitivo, pero Vargas Llosa debe estar diseñando mentalmente el futuro de su biblioteca, que quizá en un tiempo no muy lejano haya tomado la casa por completo y obligado al escritor a mudarse al piso de abajo. S
Vargas Llosa estaba ahí, delante de años de lecturas. Al pie de todos esos libros que los había hecho desear ser novelista. Ahí estaban desde sus primeros autores, como Dickens o Dumas, hasta las novelas de sus grandes maestros, como Flaubert y Faulkner.
Sus volúmenes favoritos estaban ubicados en los libreros más cercanos a su escritorio. En esas paredes de libros había por, ejemplo, seis ediciones distintas del Ulises de Joyce.
A sus libros les asigna una calificación del 0 al 20, como se evalúa a los estudiantes en el Perú. Ficción de Borges: 17. Madame Bovary: 20. El Quijote: 20.
BARRIO BARRANCO
El estudio de la casa de Vargas Llosa, que es donde el Nobel tiene sus libros y su escritorio, fue diseñado por un amigo arquitecto: Luis Miró Quesada.
El distrito limeño de Barranco, donde su ubica la casa, nombró Hijo Ilustre a Vargas Llosa en octubre pasado. El alcalde Antonio Mezarina le entregó la Medalla Manuel Montero Bernales.
El escritor vota en el mismo barrio. Para las presidenciales de abril lo hizo donde siempre: en el colegio Mercedes Indacochea, en Barranco.
40 años de "Contranatura" de Rodolfo Hinostroza ...
FUENTE : SolNegro
Lustra Editores se complace en anunciar el lanzamiento y presentación de la edición conmemorativa por los 40 años de:
Contra Natura de Rodolfo Hinostroza
Día: Lunes 30 de mayo de 2011
Lugar: Centro Cultural de España (Plaza Washington)
Hora: 7:30 pm.
La obra
Contra Natura, premio Maldoror de poesía otorgado por Barral Editores en 1970, prolonga, e intensifica, el debate entre el yo y la realidad que Rodolfo Hinostroza había desarrollado en su primer libro (Consejero del Lobo, La Habana-1965); ahora, entre el yo y el poder. El poemario es, de hecho, un tratado sobre la renuncia al poder y sobre el derrumbamiento de los sueños y las utopías. Del poder, corruptor de la Idea, hay que huir; y también de las causas, de los espejismos colectivos y sus atroces exigencias. Entre ecos de la guerra de Vietnam y de un hippismo que promueve el viaje, físico y espiritual, como liberación, y que nos lleva de París a Ibiza, de Londres a La Habana; entre invocaciones búdicas y alusiones irónicas a los conflictos ideológicos de la época; entre citas de sus poetas queridos ―Whitman, Vallejo, Pound, Perse― y exhortaciones a hacer el amor y no la guerra, la palabra de Hinostroza constituye una crítica a la centralización del poder y se revela como una de las experiencias más intensas y vivificantes en lengua española, confiriéndole el título de clásico moderno.
El autor
Rodolfo Hinostroza (Lima, 1941). Con su ópera prima Consejero del Lobo (1965), se sitúa como uno de los más destacados exponentes de la llamada generación del 60. Contra Natura (ganador del premio internacional de poesía Maldoror, organizado en 1971 por la editorial Barral de España), lo erige como uno de los clásicos modernos de poesía en lengua hispana. Ha publicado, además, en poesía: Poemas Reunidos (1986), Memorial de Casa Grande (2005), Nudo Borromeo y otros poemas perdidos y encontrados (2007) y Poesía completa (2008).. En 2009 se hizo merecedor de la Beca Guggenheim.
La edición
Son 40 años los que han pasado desde la publicación de Contra Natura de Rodolfo Hinostroza, uno de los poemarios cumbre del idioma español del s. XX. Esta edición celebratoria se ha trabajado tomando como base la edición príncipe de Barral Editores; se ha tratado de reproducir la tipografía y diseños originales, pero se han salvado los errores presentes en dicha edición, errores que se han repetido e incluso a los que se le han sumado otros en cada una de las ediciones que siguieron a la de 1971.
Este libro obtuvo el Premio Maldoror de 1970 otorgado en Barcelona por el jurado compuesto por Félix de Azúa, Carlos Barral, José María Castellet, Jaime Gil de Biedma y Octavio Paz. La presente edición intenta ser un tibio homenaje a uno de nuestros poetas universales.
Para mayor información, favor de comunicarse al E.mail: lustraeditores@gmail.com o llamar al Teléfono: 992-642-527.
"¿Objetividad? ¡Al Cuerno!" , por César Hildebrandt ...
FUENTE : HildebrandtEnSusTrece
Dicen unos turistas informativos que han venido a estas comarcas que la prensa peruana se ha sesgado y – ha olvidado lo que es objetividad. ¿Objetividad?
¿No habrían sido moralmente superiores las voces del desentendimiento en el caso de Stalin?
¿No fue demasiado “objetiva” la prensa occidental cuando Hitler empezaba a surgir?
Si fuera chileno y el hijo de Pinochet pasase a una segunda vuelta electoral, ¿sería dable que me pidiesen una mirada de notario para juzgar esa desgracia?
El gobierno de Fujimori fue una mafia que, al revés que el mítico Midas, infectó todo lo que tocaba.
Poco tiempo después, reconocería tener la nacionalidad japonesa, postularía a la Dieta queriendo ser senador, se casaría de mentiras con una mafiosa vinculada con lo peor de la política nipona y terminaría en Santiago de Chile esperando la amnistía o la amnesia para volver a las andadas.
Ese es, a grandes y avaros rasgos, Alberto Fujimori. Y ese fue su gobierno.
Pero, en todo caso, ¿valían Guzmán y Ecuador la indignidad de una década? ¿Somos los peruanos gente de tercera que debe de aceptar el robo y el asesinato como costo inexorable de una gestión gubernamental?
¿Y qué hacen Santiago Fujimori y Jaime Yoshiyama cerca?
No, señores. La pasión en este trance no sólo es admisible sino que resulta moralmente imprescindible.
Lo que no podemos hacer los periodistas es mentir, inventar, falsear, titular a nuestro antojo, establecer analogías que no lo son, crear fantasmas, omitir datos claves, calumniar, mezclar la opinión con el registro del hecho. En resumen, prostituirse.
Pero en una coyuntura como esta tenemos el derecho pleno de opinar y prevenir.
¿A la de El País, a punto de ser destruido como el mejor periódico de habla hispana por los sucesores de Polanco y sus múltiples intereses?
¿A la de El Mundo, que dijo, sabiendo que mentía, que el crimen de Atocha era atribuible a ETA? ¿A la de Berlusconi y sus televisiones?
Pasión: no me abandones. Sólo tú me has salvado de la peste de la aceptación.
Recitales "Ese puerto existe " ...
jueves, 26 de mayo de 2011
"Eres mi fruta mortal, mi anticristo y mi diosa" ...
"Pandora " - Luis Ramiro
Se que no soy el primero ni el último idiota,
que se juega la bolsa, la vida y el alma por ti.
El futuro contigo es seguir tu tacón de Pandora,
el presente a tu lado , un pasado por vivir.
Tengo que hacer testamento por si sobrevivo,
dejaré mi epitafio en tu ombligo pintado a carmín.
Mi venganza es la torpe esperanza de los que han perdido,
la nostalgia es la única foto que guardo de ti.
No te voy a engañar, tengo poco que dar,
mis anhelos, mi rabia, mis fobias.
Soy un hombre normal,es la curiosidad
la que me hace perder tus formas
la que me hace olvidar tus normas
Eres mi fruta mortal,
mi anticristo y mi diosa,
mi ascensión,
mi caída,
mi sombrero de espinas de rosas,
mi consuelo de tontos,
mi canción para sordos,
mi estatua de sal,
mi tesoro en el fondo del mar,
mi armadura hecha escombros.
Se que no soy el primer ni el penúltimo idiota
que ha intentado atrapar una sombra con un calcetín.
Fui tan necio de abrir de un tirón tu cajón de Pandora
y la ropa interior que olvidaste lloraba por ti.
No te puedo exigir, no te voy a pedir ,
mi riqueza es negar tus limosnas.
Ya no suelo jugar , pero quiero apostar
todo al número impar de tus botas,
todo al rojo channel de tu boca.
Eres mi viuda formal,
alfiler de mariposa,
virgencita lasciva,
san atea,
miss mantis religiosa.
Eres mi fruta mortal,
mi anticristo y mi diosa,
mi prisión sin saliva,
mi bufanda de espinas de rosas,
mi consuelo de tontos,
mi canción para sordos,
mi noche sin pan,
mi tesoro en el fondo de un bar,
mi armadura hecha escombros,
mi castillo hecho escombros.
miércoles, 25 de mayo de 2011
Carta de escritores peruanos.Contra el fujimorismo y a favor de la democracia ...
4. Andrea Cabel García DNI: 41624669
5. Alexis Iparraguirre DNI: 08157171
6. Antonio Angulo Daneri DNI 09641914
10. Carlos López Degregori DNI: 07770757
22. Domingo de Ramos
40. Gustavo Rodríguez DNI: 07864321
42. Giancarlo Stagnaro DNI: 10003659.
57. José Güich Rodríguez DNI: 07272400
60. Julio Carmona DNI: 02874377
61. José Luis Ayala DNI: 08265468
62. Jorge Hurtado Caballero DNI: 18173267
101. Victoria Guerrero DNI: 09645644
104. Violeta Barrientos DNI: 09816811