Año del centenario de José María Arguedas

Año del centenario de José María Arguedas

lunes, 16 de julio de 2012

Disco-libro "Cascabel" de Jorge Millones ...

 

 

Producido y editado por Kskabel Producciones con colaboración del Instituto de Estudios Críticos del Sur Andino, del Programa de Democracia y Transformación Global y con el auspicio del colectivo Séptima Cuerda. En un formato de 20 por 20, diagramado por Daniel Ochoa y con fotos e imágenes de Jorge Miyagui, Mauricio Delgado, Reenzo Velásquez, Miguel Gutiérrez entre otros artistas, Jorge Millones nos presenta un libro con una muy bien cuidada edición. Presentado por Chalena Vásquez y prologado por el antropólogo Ramón Pajuelo, Cascabel es un collage cuyo eje central es la lucha por la tierra y el agua de los pueblos andinos y amazónicos. A través de las vivencias y vicisitudes de personajes como Juan Mamani, Susiflor Choquehuanca, Pepe Ramos, Silverio Gómez entre otros, se revelan una serie de complejos conflictos sociales entre el poder de las transnacionales extractivistas, los medios de comunicación y el Gobierno, frente a los pueblos de la selva, las comunidades altoandinas y los barrios populares más pobres de la urbe. El tema de la contaminación minera o la represión de los pueblos en el llamado “Baguazo”, son el telón de fondo por donde circulan estas historias de vida. Justamente los sucesos de la “Curva del diablo” son narrados en la parte central del libro en clave política, pero con un leguaje místico-poético que alude a la religiosidad de los pueblos originarios. Sazonan las historias algunas reflexiones sobre la criminalización de la protesta y la gestión del miedo, el tema de la mentira y una serie de pequeños textos sobre el poder. Hay una sección más bien romántica y divertida, en donde la ironía y el amor se entremezclan. Así mismo, al final, se podrá encontrar un cancionero de todos los temas del disco. Cabe resaltar el notable epílogo escrito por el filósofo Zenón Depáz, así como la historia oral recogida por el maestro Manuel Acosta Ojeda sobre Pinglo y Mariátegui.  El carácter distintivo del disco es la fusión, si bien la forma literaria de las canciones se enmarcan dentro del talante de la trova o crónica cantada, las formas musicales transitan por diversos géneros: el folk, el rock, la cumbia, la rumba, el pop y ritmos afrolatinos. Toda esta propuesta se apoya en la música tradicional peruana, en especial la rítmica del huayno y otros ritmos andinos. Cabe resaltar, la inclusión del valse peruano jaranero célebre en la primera mitad del siglo XX. Las historias que recorren el disco están en concordancia con las historias del libro, casi podríamos decir que son complementarias y se pueden agrupar en dos grandes temas: canciones de corte romántico y canciones de corte social-político, aunque estos dos ámbitos (el romántico y el político) se entremezclan en cada canción. De las canciones de este trovador peruano podemos destacar Yacumamá vencerá, El gobierno del amor, El que la sabe hacer, En una noche estrellada y Cascabel. La dirección musical estuvo a cargo de Javier Lazo y cuenta con la participación de reconocidos músicos del medio como Francisco Chirinos, Laura Robles, Dante Oliveros, Mila Castillo, Mario Cuba, entre otros. Intervienen también Daniel F, Rafo Ráez y Piero Bustos. Mezclado y masterizado por Álvaro Hurtado.
 Puedes conseguirlo en nuestras oficina: Jr. 6 de Agosto 838, interior E o escribiendo al  correo: millonesjorge@gmail.com




Alejandro Filio en Lima !!!!

"Ampuero: Cuentos, relatos, artículos ... y poemas" , por Gabriel Ruíz Ortega ...

 
 Hace algunas semanas se publicó Antología personal (Punto de lectura, 2012), de Fernando Ampuero. A propósito de esta publicación, comparto este artículo de Gabriel Ruíz Ortega.
Fuente: La fortaleza de la soledad
Algo de experiencia tengo en estos negocios de las antologías. En realidad no es para nada difícil, solo hay que conocer bien el universo del cual quieres llevar a cabo tu escogencia. Y claro, es necesaria una distancia, una mirada fría con respecto del material que vas a trabajar.  Aunque también hay que desahuevarse y dejar de lado los amiguismos y las vendetas personales.
¿Pero qué ocurre cuando un autor tiene que seleccionar su propia obra? En este caso, los parámetros mencionados en el párrafo anterior se van a tacho. No hay distancia, queda de lado la objetividad. Se hace la criba desde el terreno del sentimentalismo, hasta se llega a creer que todo lo que se ha escrito es maravilloso. Entonces el autor debe atenerse a las consecuencias de su ego y terquedad.
En tiempo record llegó a mis manos Antología personal (Punto de Lectura, 2012) de Fernando Ampuero. Cuentos. Poemas. Prosas. A secas.
Conozco bien la narrativa de este autor, a quien, dicho sea, le está yendo mejor, como escritor, desde que dejó El Comercio. Y la opinión favorable que tenía de su obra se ha reforzado considerablemente. Pero siento algo de desazón, puesto que debió asesorarse, dejar que sea otro quien realice el filtro. Claro, se dirá que si eso pasaba, el libro ya no sería una antología personal. Pero eso a quién diablos le importa. Todo vale en pos de antologías redondas, y con mayor razón cuando son personales.
Ampuero acierta en la sección Cuentos. Aquí nos topamos con cumbres de la cuentística peruana contemporánea, como “Taxi Driver sin Robert De Niro”, “Malos modales”, “Voces”, Bicho raro”, “Kim Novak en París” y “La aventura”. Pero también leemos uno muy sobredimensionado. “El departamento”. Buena historia, pésimo tratamiento. Pero en fin. No es culpa suya, sino del crítico Gustavo Faverón, que lo incluyo, rescatándolo de un número de Caretas de los ochenta, en su antología sobre la violencia política Toda la sangre. Nuestro autor salvó al cuento de la guadaña porque ya es parte de una antología importante, quizá la mejor que se publicó en la década anterior.
Las secciones Relatos y Artículos pudieron formar una sola. Es casi perfecta. Y lo es no por la alternancia de textos flojos, sino omisión de algunos que no sé por qué no integran el volumen. Pienso en “La teoría de la malagua. Narradores peruanos de fin de siglo”.
En ambas secciones es posible detectar una mirada distinta, un humor fino y a la vez callejero, capaz de elevar tópicos en apariencia remanidos. Gracias a su pluma adquieren otra tonalidad, ajena a la fugacidad de la escritura periodística. Al respecto, hasta sus más acérrimos detractores estarán de acuerdo con este servidor.
Definitivamente, Ampuero tiene muchos amigos y amigas. Y entre ellos algún que otro escritor y varias lectoras empedernidas y serias… Por eso me atrevo a especular, es lo que me queda para intentar explicarme la justificación de la sección Poemas. O sea, ninguno de ellos ha sido capaz de decirle que no es poeta. Si le hubieran dicho que es un mal poeta, sería excesivo, porque estaríamos aceptándolo como vate. Y no, pues. Así no se juega…
Por cierto, en la contratapa del libro figura un párrafo de Washington Delgado sobre el Ampuero poeta : “Ampuero es un poeta extremado y original”.
Sin comentarios, Delgado se pasó de generoso.
Yo no soy amigo de Ampuero, pero me consta su buen talante para las críticas, e imagino que aún más para con la verdad. En tal sentido, querido Fernando, no eres poeta. Lo tuyo ha sido, es y será la Narrativa.