FUENTE : Suplemento El Dominical de El Comercio
Enrique Sánchez Hernani
¿Cuál es el recuerdo más antiguo que tiene de su padre?
Me parece que es en Cannes , en el sur de Francia , y creo que estábamos en la playa o en el agua.En esa época tenía tres años.Es una imagen de vacaciones.Hay que recordar que yo nací allá.
¿Cómo era su papá en esos primeros años?
Siempre fue una persona muy paciente conmigo y muy impaciente con ciertas cosas del mundo mexterior.En casa era muy tranqilo.Los primeros años, antes de que enfermara, aunque también después,recibía a mucha gente en casa, a muchos escritores.Habñia muchas cenas.
¿De qué conversaban?
Los escritores venían a contar las historias de sus libros , a leer sus relatos o poemas.Venían sobre todo los fines de semana, aunque había gente que poasaba más a menudo, como Alfredo Bryce, que era más amigo, o Leopoldo Chariarse o Cortázar durante un tiempo.
Me ha dicho que era impaciente con el mundo exterior.¿Con qué?
No soportaba muchoi los tumultos, las colas.La multitud lo ponía nervioso.Por eso a él le gustaba estar en casa.En la última parte de su vida en París se quedaba escribiendo , dormía una siesta , leia un poco, volvía a escribir ...
¿Cómo era su padre con usted cuando ya era un jovencito?
Siempre lo tuve en casa.Fui un privilegiado.Jugábamos fútbol en la playa , aquí en Lima cuyabdi veníamos poara el verano.Ebn París también , de vez en cuando.Le encataba el fútbol.Mirábamos por TV los partidos , sobre todo de la selección francesa , de la cual era hincha.
¿Cómo eran sus horarios de escribir?
Escribía a toda hora.Había organizado su manera de vivir alrededor de la escritura.Escribía un rato , se paraba , leía , se volvía a sentar , tomaba un vaso de vino , iba a comprar un diario , volvía a escribir.Los fines de semana escribía por las mañánas .
Le gustaba la música...
Escuchaba música clásica y jazz-Se pasaba el día moviéndose de un cuarto a otro, en uno escribía y en el otro oía música.
¿Había muchos libros y discos en casa?
Tenía unos cuatro mil libros en casa.Las dos veces que nos mudamos en Paris , cargamos todos los libros, que aún están en casa de mi madre , en Paris.
¿Le conversaba sobre si le gustaba la fama literaria?
Creo que le daba igual , pero sería falso decir que la rechazaba.Pero más que los reconocimientos institucionales , lo que le gustaba era cruzarse con un lector modesto en la calle y le dijera que había leído alguno de sus cuentos , un chofer de taxi , un mozo ...Eso le gustaba.
¿Tiene algún regalo de él que atesore?
Regalos físicos , no mucho.Los regalos más bonitos que puedo recordar son los momentos en los cuales terminaba un cuento que le había gustado escribir y me lo leía .Uno de los mejores recuerdos que tengo es cuando me leyó “ Silvio en El Rosedad “.Mi papá estaba muy eufórico, seguro de haber escrito algo muy potente.Lo que guardo de él es su máquina de escribir Olýmpia y su computadora en Barranco.
¿Cuándo fue la última vez que habló con él?
Desgraciadamente fue en el hospital , antes de recibir el Premio Juan Rulfo.Ya no podía conversar mucho , porque estaba siempre con enfermeras.No fue lo mismo.
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