Año del centenario de José María Arguedas

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viernes, 19 de marzo de 2010

Silvio presenta nuevo disco..



Silvio Rodríguez presentará a las 3 de la tarde, este 26 de marzo, en Casa de las Américas su nuevo disco titulado "Segunda Cita".

CARTA DE SILVIO RODRIGUEZ SOBRE SU NUEVO DISCO ( 2009)

Hoy tuve que parar el trabajo. De nuevo hay líos con un micrófono y hasta enero no llegan los recambios (que antes de aterrizar en mi país y dar algunas vueltas de despiste). Pero no crean que estoy alicaído. He trabajado mucho últimamente. Al fin estoy grabando un disco con base de trío acústico, casi cuarteto, porque por ahí también cuelo alguna guitarrita. Al piano está Roberto Carcasés, al contrabajo Feliciano Arango y en la batería Oliver Valdés. Ocasionalmente aparecen algunos otros músicos jóvenes, invariablemente graduados o por graduar en las Escuelas de Arte. Graba la ingeniera Olimpia Calderón. Juan Mario y Enzo a mano, para lo necesario. La escuadra de Ojalá garantizando la retaguardia, como siempre.

Hay un tema que parece un cuento de Pushkin, dedicado a García Márquez. Él una vez me regaló un argumento parecido para una canción. Era sobre una novia abandonada. Nunca lo usé y años después lo vi infiltrado en una de sus novelas. La canción se llama San Petersburgo y tiene un bello contrapunto de clarinete que escribió Roberto para Niurka. Esta es una canción bastante rusa, pero en el resto del disco se asoma un poquito de rock, además de baladas, sones y danzones. Demasiado es un bolero que le dedico a César Portillo de la Luz, gran autor de todos los tiempos, a quien Odilio Urfé llamaba "el filósofo del bolero". Hay un hermoso texto de Víctor Heredia que pude musicarle, llamado Lo cierto. Hay una Carta a Violeta Parra en la que le cuento algunas impresiones y les beso a sus hijos, que han sido mis amigos.

Casi todas las canciones fueron compuestas entre el año pasado y este 2008 que se está yendo. El trabajo creo que se llamará Segunda cita, que también es una canción, en este caso sobre el ángel postizo que a veces llevamos dentro.

Aquí les van algunas letras, a modo de anticipo.

Felices fiestas y, como dice un amigo parisino, que en todo les vaya antambalé.

Siempre queriéndoles,

aprendiz Silvio Rodríguez


SEA SEÑORA

Sea señora la que fue doncella. Hágase libre lo que fue deber. Profundícese el surco de la huella; reverdézcanse sol, luna y estrellas en esta tierra que me vio nacer.

A desencanto, opóngase deseo. Superen la erre de revolución. Restauren lo decrépito que veo, pero déjenme el brazo de Maceo y, para conducirlo, su razón.

Seguimos aspirantes de lo mismo que todo niño quiere atesorar: una mano apretada en el abismo, la vida como único extremismo y una pequeña luz para soñar.

Las fronteras son ansias sin coraje. Quiero que conste de una vez aquí. Cuando las alas se vuelven herrajes, es hora de volver a hacer el viaje a la semilla de José Martí.


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EL GIGANTE

Un gigante, cuando era infante, lanzaba pedos que daban miedo. Y aquel bellaco a un gran saco fue traspuesto, por molesto. El gigante, porque era infante, gritó tan duro que hasta el futuro llegó su queja, cierta y vieja como un viento descontento.

No se sabe si al fin la grey supo tratar gigantes poco elegantes, pero de ley.

Dale a tu niño besos, pues para eso nos llora el rey.


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SAN PETERSBURGO A Gabriel García Márquez

Sobre algún puente del delta del Neva, la noche blanca cautiva y revela cada suspiro de Elena.

Canta una troika con voz de abedules y el as de espadas se bate entre nubes para sus ojos azules.

San Petersburgo juega al absurdo con falsa claridad.

Y a quien no duerme se le disuelve la frágil realidad.

Sobre algún puente Elena soñaba, y en el oscuro temblor de las aguas una cigüeña volaba.

¿Qué hacen las aves cuando no saben la dirección del sur?

Buscando estío surcan el frío en alas del albur.

Sobre algún puente bordado de historias, abandonada, lloraba la novia su blanca noche sin gloria.


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DEMASIADO

Demasiado tiempo, demasiada sed para conformarnos con un breve sorbo la única vez.

Demasiada sombra, demasiado sol para encadenarnos a una sola forma y una sola voz.

Demasiadas bocas, demasiada piel para enamorarnos de un mal gigantesco y un ínfimo bien.

Demasiado espacio, demasiado azul para que lo inmenso quepa en un destello solo de la luz.

Demasiado polvo, demasiada sal para que la vida no busque consuelo en el más allá.

Demasiado nunca, demasiado no para tantas almas, para tantos sueños, para tanto amor.


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TONADA DEL ALBEDRÍO

Dijo Guevara el hermoso, viendo al África llorar: que en el imperio mañoso nunca se debe confiar.

Y dijo el Che legendario, como sembrando una flor: que al buen revolucionario sólo lo mueve el amor.

Dijo Guevara el humano que ningún intelectual debe ser asalariado del pensamiento oficial.

Debe dar tristeza y frío ser un hombre artificial, cabeza sin albedrío, corazón condicional.

Mínimamente soy mío, ay, pedacito mortal.


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SEGUNDA CITA

Quisiera enmendar los comienzos de todas las brumas. Quisiera empezar cada lienzo con mejor fortuna.

Quisiera pegarme unas alas y en una cornisa soplar una dulce balada que esparza la brisa.

Quisiera viajar al pasado de cierta muchacha que andaba de noche El Vedado, liviana y borracha.

Quisiera posarme en su vida para convencerla, para que con menos heridas hoy pudiera verla.

El dolor que no curen los ángeles ojalá que no pueda volver. La canción que no canten los ángeles sólo el viento la puede saber.

Quisiera ir al punto naciente de aquella ofensiva que hundió con un cuño impotente tanta iniciativa.

Quisiera ir allí con las cruces del tiempo perdido y hacer un camino de luces, sin odio ni olvido.

El dolor que no curen los ángeles ojalá que no pueda volver. La canción que no canten los ángeles sólo el viento la puede saber.

Quisiera dar vuelta a la rueda que para en lo mismo: un simple mortal que se juega abismo y abismo.

Y, antes de darle al perchero mis alas de atrezo, quisiera dejar como fuero certeza y progreso.

El dolor que no curen los ángeles ojalá que no pueda volver. La canción que no canten los ángeles sólo el viento la puede saber.


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TROVADOR ANTIGUO

Sin brillantes conclusiones ni versículos de fuego sin palabras que hagan juego con grandes decoraciones; sin humos o presunciones, más bien con talante exiguo me declaro trovador antiguo.

Soy de donde los patriotas daban nombres a las calles. Soy de un río, soy de un valle y de una familia rota. soy de un pueblo en bancarrota, de un San Antonio fiestero donde hoy sólo el viento sopla entero.

El nuevo trovador antiguo se acerca a la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; la miniatura, el amor.

También nací en Centrohabana, rumba de supervivencia, son de perdida inocencia en clamor de pena urbana; venerable afrocubana de existencia fabulosa, hembra sobrenatural y diosa.

Recorriendo sus esquinas vuelvo a sentir la fragancia de una calle de mi infancia barrial y capitalina: San Miguel, ángel en ruinas de inmaculada bandera, luz vitral de mi canción primera.

El nuevo trovador antiguo se alinea con la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; la miniatura, el amor.

Ahora soy de la memoria, ahora pertenezco al viento; otro dirá en su momento si fui más pena que gloria. Lo que fue nuevo es historia y lo que nace alza vuelo con el sueño de tocar el cielo. Partero fui de un futuro escurridizo, inasible, seguramente posible si no le ponemos muros. El amor es el más puro néctar contra la tristeza. Bienvenida su naturaleza.

El nuevo trovador antiguo se alinea con la procesión. Le dice adiós al mundo ambiguo y pone pie en el caracol. Escena sucedida tanto, anónimo el compositor. El horizonte es el espanto; la miniatura, el amor




Espero haga una gira y llegue aqui...

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