Año del centenario de José María Arguedas

Año del centenario de José María Arguedas

martes, 8 de marzo de 2011

Si las mujeres no pusieran orden en el mundo esto sería todavía mucho más desastre ( Serrat ) ...



El año pasado un buen amigo me prestó un libro que , a su criterio , le parecía recomendable : El olor de la Guayaba.En este libro se recogen las conversaciones que mantuvieron Gabriel García Márquez y Plinio Apuleyo Mendoza sobre diversos temas, como por ejemplo, la política latinoamericana, las primeras lecturas literarias, los escritores que influyeron en su formación, la infancia,las mujeres.

Sobre este último punto, García Márquez afirma que "no podría entender mi vida , tal como es, sin la importancia que han tenido en ella las mujeres", para luego terminar , con aires de superstición, diciendo " siento que nada malo me puede suceder cuando estoy entre mujeres". Creo que esto le sucede a muchos hombres , me incluyo, donde una mujer - o varias - adquiere una relevancia vital que le hace imposible suponer una vida tranquila sin su compañía.Con esto me puedo referir a las relaciones amicales, fraternales o maternales, no solo a aquellas de pareja.

Todo esto viene al cabo porque hoy se conmemora el Día Internacional de la mujer y yo en mi despiste cotidiano no me había percatado de la fecha hasta que una persona - gracias - me recordó esto con su gran "sutileza" - nótese la ironía - y me conminó a que le envíe un saludo desde este pequeño espacio.Ahora, relacionando lo expuesto en los párrafos anteriores con mi vida, se justifican las afirmaciones de Gabo.

A esta mujer que refrescó mi memoria la conozco desde hace unos cinco años , con intervalos prolongados y ausentes, y es una de las pocas personas con las que encuentro grato conversar y a la que le agradezco mucho haberse cruzado en mi camino.Ella es de esas apariciones que se eternizan en el alma porque llegaron para quedarse, desde lejos, pero que están ahí, ausentes y al mismo tiempo presentes.Ella deslumbró mis sentidos, cuando aún no despertaba, con sus cabellos áureos , sus ojos inmensos y hermosos, y su sonrisa sincera, convirtiéndose en esa imagen incorruptible de la mujer con una belleza peculiar y memorable.Fuiste ese primer intento de atracción verdadera por una mujer, con mis acercamientos tímidos y leves , sin malicia, y cargados de inocencia.Cómo han pasado estos años y cúanto hemos crecido , cuánto hemos vivido y cuánto hemos cambiado.Por los que sé ahora de ti de nuestras conversaciones diarias he notado que haz cambiado, dialécticamente, y haz dejado atrás esas vanalidades que se te escapaban en chispazos de frialdad; ahora aborreces eso, y me parece bueno.Para muchas personas es absurda la relación que tengo contigo, es incomprensible, es impersonal y distante, pero , bueno, a veces yo tampoco la entiendo, y creo que seguirá siendo así, pero es indiscutible el cariño que te tengo.

Durante los últimos meses ha llegado a mí, como una epifanía, una mujer - niña que se ha encargado de subvertir mi vida, de organizarla a su modo respetando el mío, y darle esa estructura necesaria para estar vivo. Hace algunos años le oí unas frases a Joan Manuel Serrat en donde decía que "si las mujeres no pusieran orden en el mundo esto sería todavía mucho más desastre.Las mujeres representan todo , representan el control , representan los niños en la escuela, representan la comida en la mesa, la organización de la vida".No hay nada más cierto que eso.Gala, tú que contienes el mundo en los ojos, me enseñaste que después de percibir la pureza absoluta la vida no puede seguir igual , no puede ser la misma.Tú, revolucionaria de mi interior, cambiaste mi vida y ordenaste cada célula de mi cuerpo, me humanizaste con tus besos.Cierra los ojos y entiende que el infinito lo llevas dentro y que las ilusiones y los sueños pueden ser los más real del mundo.Esos sueños que te alimentan, que nutren al hombre y que le dan la vitalidad necesaria para permanecer en este mundo.Como te dije : "Aquel que no sueña está muerto" ; y nosotros estamos vivos,soñando, cuando continúas el relato sobre Joan Manuel, cuando piensas en huir juntos y olvidarnos de la humanidad en tu bosque, cuando imaginas heterónimos poéticos, cuando vislumbras mi imagen viéndome llegar, cuando imaginas nuestra vida excenta de intrusos.Estamos más vivos que nunca.

De mi madre no puedo decir mucho, no porque no lo merezca ni tenga motivos para hacerlo; todo lo contrario, ella escapa de lo real y en su calidad de ser celeste es inaprehensible y las palabras resultan vanas para describir su grandeza.

Debo agradecer a la vida por haberme cruzado con mujeres tan grandes como las que conozco, fuera de las que nombro aquí, y porque siguen ahí, a mi lado . Gracias eternas.

Quisiera compartir una canción maravillosa del señor Silvio Rodriguez.Creo que representa mejor esta fecha especial.

MUJERES



Me estremeció la mujer que empinaba a sus hijos
hacia la estrella de aquella otra madre mayor.
Y cómo los recogía del polvo teñidos
para enterrarlos debajo de su corazón.

Me estremeció la mujer del poeta, el caudillo,
siempre a la sombra y llenando un espacio vital.
Me estremeció la mujer que incendiaba los trillos
de la melena invencible de aquel alemán.

Me estremeció la muchacha
hija de aquel feroz continente
que se marchó de su casa
para otra de toda la gente.

Me han estremecido un montón de mujeres,
mujeres de fuego, mujeres de nieve.

Pero lo que me ha estremecido
hasta perder casi el sentido,
lo que a mi más me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija, son tus ojitos divinos.

Me estremeció la mujer que parió once hijos
en el tiempo de la harina y un kilo de pan
y los miró endurecerse mascando carijos.
Me estremeció porque era mi abuela además.

Me estremecieron mujeres
que la historia anotó entre laureles.
Y otras desconocidas, gigantes,
que no hay libro que las aguante.



1 comentario:

SSS dijo...
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